Rosa


Rosa (o Rosita, como es conocida en el pueblo) es la catequista de la parroquia. Esta dedicación contrasta claramente con su aspecto físico, ya que es una joven alegre y a la que gusta ser el centro de las miradas (sobre todo masculinas). Su relación con el Padre Pío es muy especial, y desde que se hizo cargo de la congregación se hicieron muy amigos y quedaban todos los días para charlar y, a veces, tomaban algo en la intimidad...